En el mundo de los seguros, existe un error común que muchos agentes cometen sin darse cuenta: cotizar de manera anticipada en transcurso del proceso de vender. Si bien puede parecer lógico comenzar presentando números a un cliente potencial, esta práctica a menudo resulta contraproducente y puede costar valiosas oportunidades de venta.
En el mundo de las ventas de seguros individuales y planes financieros, existe una percepción común de que se trata de una venta de productos a consumidores, lo cual es evidentemente correcto. Sin embargo, la dinámica de la venta de seguros como son el seguro de vida, gastos médicos o de planes de retiro comparte más similitudes con las ventas B2B (Business-to-Business) que con las ventas B2C (Business-to-Consumer) convencionales. Esta distinción es crucial para los agentes de seguros, ya que implica un enfoque completamente diferente en la estrategia y el proceso de ventas.